maxon Story
Un nuevo amigo


Este robot no ensambla vehículos, no corta el césped ni tampoco puede realizar el mantenimiento de los inventarios. Pepper tiene objetivos muy diferentes: quiere ser un animador, un amigo y un miembro de la familia. Para ello, lee las emociones de las personas con las que interactúa.
Los robots están en todas partes: cortan el césped, ordeñan las vacas y ensamblan nuestros coches. Enseñan a los niños y motivan a los mayores en las residencias para que realicen sus ejercicios diarios. Los robots están en alza, y su número sigue creciendo.
El año pasado, las empresas industriales adquirieron más de 200 000 robots en todo el mundo, más que nunca antes. En dos años, esta cifra probablemente se habrá duplicado, debido a la alta demanda de China. Los robots de servicio también son cada vez más populares. Según algunas estimaciones, su potencial de mercado podría alcanzar los 20 000 millones de dólares estadounidenses en 2020. Los robots existen desde hace ya décadas, pero es ahora cuando parece que las tecnologías están listas para dar un gran paso adelante. Puede que estas máquinas realmente representen la cuarta revolución industrial, después del coche, el ordenador y el smartphone.
Magali Cubier está segura de que esta revolución está por venir. Es la directora de marketing global en Aldebaran, una empresa francesa de robótica. Pepper, el prodigio robótico de Aldebaran, tiene 120 centímetros de altura y es delgado. Se mueve sobre tres ruedas propulsadas por motores DC de maxon y tiene características humanoides, como cabeza, torso y brazos. Sus grandes ojos redondos le otorgan un aspecto tierno. Ha sido diseñado como compañero y animador. Es capaz de leer emociones y de reaccionar en consecuencia. Cuando la persona que tiene enfrente agacha la cabeza o baja los hombros, Pepper intenta elevar su estado de ánimo contando un chiste, bailando o poniendo música. Cubier dice: «Nuestros robots están pensados para ayudar a las personas y asistirlas en sus vidas cotidianas».
Motor DC brushless EC 45
En la base, Pepper tiene instalados seis motores EC 45 flat brushless (70 W). Este motor DC proporciona un alto par para su tamaño, tiene una larga vida útil y es robusto.
Pepper está equipado con varios sensores y cámaras, así como con un software altamente complejo que le permite aprender. Con el tiempo, aprende a asociar voces y caras de diferentes personas y a familiarizarse con las preferencias de sus usuarios. Si le preguntas por el tiempo, responde con la previsión actual. Puede acceder a actualizaciones a través de Internet y, con el tiempo, adquiere cada vez más capacidades. Parece que a los clientes les gusta la idea y en el 2015, SoftBank, la empresa matriz de Aldebaran, vendió 1000 robots Pepper al mes. Cabe esperar que este número aumente significativamente en el futuro.
Los posibles usos son casi infinitos: las familias lo compran como entretenimiento. A los pacientes con demencia, el robot les sirve como asistente que los despierta y les recuerda que tomen su medicación o compite con ellos en juegos de memoria. En la actualidad, Pepper da la bienvenida a los clientes en las tiendas de teléfonos japonesas. Como en todas partes en Asia, en Japón se ha desatado una verdadera locura por los robots. El tiempo dirá si Pepper tendrá también éxito en los países europeos menos «robotizados». Magali Cubier comenta: «Algunas personas se muestran algo tímidas cuando se encuentran con nuestros robots. Por eso, hemos programado a Pepper para acercarse a las personas y hablar con ellas. Cuando se dan cuenta de que es fácil interactuar con el robot, se relajan y empiezan a disfrutar».