Robots capaces de llegar hasta el último rincón

Todo empezó como un proyecto dirigido por dos ingenieros que estaban a punto de jubilarse. Hoy en día, los robots de inspección modular de la empresa canadiense Inuktun se usan con éxito en todo el mundo, desafiando incluso las condiciones más adversas.

La familia de robots Multi-Mission Modular (IM3™) de Inuktun no deja de crecer. La última incorporación ha sido un pequeño robot oruga que se «pega» magnéticamente a las paredes metálicas y es capaz de moverse en todas direcciones. Lleva cámaras, sensores, instrumentos de inspección o herramientas para realizar trabajos de mantenimiento en tuberías herméticas y en el exterior de cascos de barcos o depósitos. El robot llamado MiniMag es capaz de funcionar tanto en el aire como bajo el agua. También puede equiparse con componentes adicionales de Inuktun o fabricados por terceros.

Allí donde los humanos no pueden llegar

La empresa canadiense fabrica más de 100 sistemas de cámara y oruga cada año, así como componentes. Los vehículos operados por control remoto (ROV, por sus siglas en inglés) se utilizan con éxito en todo el mundo en labores de inspección y mantenimiento. Pueden llegar a lugares inaccesibles para los humanos debido a limitaciones de espacio o a peligros. Tales sistemas son resistentes a las condiciones ambientales más duras. Se usan generalmente en las industrias del petróleo y el gas, en la industria petroquímica y nuclear, así como en la minería. Los pequeños robots de inspección de Inuktun se utilizaron después de los atentados del 11 de septiembre del 2001 en Nueva York y después del tsunami en Japón. Existen otros muchos campos de aplicación, pero «no podemos hablar de determinadas aplicaciones», apunta Priscilla Johnson, responsable de marketing en Inuktun. «A nuestro equipo le encanta desarrollar soluciones especiales para hacer frente a nuevos desafíos. Especialmente en aquellos casos en los que confluyen varios requisitos».

Los sistemas modulares son la receta del éxito

En 1989, a Terry Knight y Al Robinson, los fundadores de Inuktun, probablemente no se les pasó por la cabeza pensar que su proyecto sería todo un éxito. En esos años, cuando estaban a punto de jubilarse, empezaron a diseñar pequeños ROV flotantes. En la actualidad, más de 50 personas trabajan en la sede central de Inuktun en Nanaimo. La empresa cuenta con diversos distribuidores y socios en todo el mundo. Además, el mercado de robots de inspección industrial está en continuo crecimiento. Y las exigencias crecen al mismo ritmo. Los clientes piden cada vez más soluciones capaces de cubrir diversos ámbitos de aplicación.

Por ello, Inuktun hace uso de la tecnología modular. Permite a los clientes configurar específicamente la solución robótica perfecta para sus necesidades, sirviéndose de una amplia gama de cámaras, componentes oruga y controladores de eficacia probada. Si los requisitos cambian, es posible añadir nuevos componentes al sistema o volver a configurarlo. La empresa ofrece también una gran variedad de robots de alquiler cada vez más demandados. Priscilla Johnson explica: «En algunos casos, los clientes no pueden permitirse la compra de un sistema de robot. Por otro lado, puede que algunos clientes tengan una aplicación especial para la que su equipamiento sea insuficiente. Mediante un sistema de alquiler pueden solucionar este problema».

El especialista en robótica Inuktun utiliza motores de la empresa suiza maxon motor. Todas las cámaras y módulos de oruga están equipados con motores maxon DC con escobillas, empleando diversas combinaciones de reductores. «Preferimos los motores de maxon porque son eficientes y silenciosos», comenta Johnson. Los productos de maxon se utilizan habitualmente en condiciones difíciles, por ejemplo la perforación a gran profundidad, los robots submarinos o el lanzamiento de cohetes. Para sus sofisticados robots, Inuktun necesita precisamente tales niveles de fiabilidad y calidad. Es más, en el futuro, estos robots deberán ser capaces de realizar las tareas de manera autónoma.

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