La navaja suiza voladora

La innovadora aeronave de la startup suiza Dufour Aerospace con propulsión eléctrica combina lo mejor de dos mundos. Este híbrido de dron y helicóptero podría conseguir que las operaciones de emergencia aérea sean mucho más rápidas y eficientes.

Con sus 4634 metros, Dufourspitze es el pico más alto de Suiza. Debe su nombre al ingeniero, topógrafo y oficial del ejército Guillaume Henri Dufour, que en 1864 presidió la primera Convención de Ginebra, que dio lugar a la creación de la Cruz Roja Internacional. Estos son dos buenos motivos que hacen que este nombre sea perfectamente adecuado para Dufour Aerospace. La startup fundada en 2017 tiene ambiciones de altos vuelos y desarrolla y construye aeronaves innovadoras para lograr su objetivo. «Queremos combinar el mundo de los drones con el de la aviación tripulada», dice Jasmine Kent, cofundadora y directora técnica de Dufour Aerospace, con sede en Valais. Además de abrir nuevas posibilidades para la logística, la empresa pretende también revolucionar las operaciones de emergencia.

Al mirar el Aero2, es inevitable inclinar la cabeza hacia un lado y fruncir el ceño. A esto le sigue una profunda contemplación. La combinación que se muestra en la foto nunca se había visto antes. Es como un puzle en el que se mezclan un helicóptero y un avión. El Aero2 es una aeronave polivalente con módulo de propulsión híbrido que, gracias a sus alas basculantes, puede despegar y aterrizar verticalmente sin pista como un helicóptero, pero que en el aire vuela como un avión a velocidades de hasta 170 km/h. Esta pequeño aeronave polivalente no tripulada es robusta y tiene una carga útil de hasta 40 kg, un peso máximo al despegue de 150 kg y una autonomía de vuelo de tres horas. Las aeronave sVTOL (despegue y aterrizaje vertical, por sus siglas en inglés) son muy maniobrables y generan muchos menos costes de operación que un helicóptero comercial. Los motores eléctricos ofrecen una eficiencia energética del 90 %, frente al 40 % de los motores de combustión. Los motores eléctricos tienen además menos piezas y necesitan poco mantenimiento.

 

Cada gramo cuenta

Cuando hablamos de motores eléctricos, «encontrar las mejores piezas, es decir, los componentes más potentes, es un reto constante», dice Kent. «Contamos cada kilogramo, incluso cada gramo. Cada mejora del rendimiento nos ayuda y es bienvenida». El proceso de certificación del Aero2 está en curso. Ese es el objetivo principal, según Kent. En comparación con el Aero3, destinado a transportar hasta ocho personas y cargas útiles más grandes, el camino hasta la producción en serie de este vehículo aéreo es un poco más sencillo. Por un lado, sus costes de desarrollo son más bajos y, por otro, hay muchas menos trabas administrativas y burocráticas que superar. Los fabricantes no dudan del enorme potencial del Aero2. «Es la herramienta perfecta para logística, topografía, cartografía, mediciones y seguridad pública», dice Thomas Pfammatter, CEO de la empresa. Los primeros clientes de la empresa piensan lo mismo. Dufour ha vendido ya 100 aeronaves Aero2 y 100 Aero3 a Blueberry Aviation mediante un acuerdo de asociación. Este especialista global en aviones y helicópteros comerciales prestará servicios de asesoramiento en marketing a Dufour Aerospace. «Estamos muy orgullosos de este acuerdo», afirma Kent.

Hay otra razón para priorizar los vehículos aéreos no tripulados. Con el Aero2 no tripulado, desarrollar sistemas de control de vuelo es cada vez más rápido y menos caro. Gracias a sus éxitos, la startup puede seguir atrayendo capital propio para el Aero3 e inversores de todo el mundo. «Debido a que el mercado estadounidense de capital de riesgo en el sector de las tecnologías aeroespaciales está ya algo saturado, estos inversores se fijan cada vez más en las startups europeas», dice el experto en sistemas de control digital, software y automatización a bordo. Este estadounidense fue desarrollador de software en Google durante muchos años antes de fundar Dufour en 2017 junto con sus colegas suizos Thomas Pfammatter y Dominique Steffen.

Estas dos innovadoras aeronaves podrían revolucionar las futuras operaciones de rescate y abrir un sinfín de nuevas posibilidades. La mayor ventaja del Aero2 frente a los drones es que el operador no tiene que desplazarse primero al lugar con el aparato y el equipo. El Aero2 puede equiparse con todo lo necesario y controlarse desde una ubicación central. Los dispositivos médicos o las bolsas de sangre pueden llegar allí a donde se necesiten urgentemente en un tiempo récord. Los médicos de urgencias pueden utilizar el Aero3 en lugar de desplazarse por carretera en ambulancia. Además de evitar posibles atascos, esto también ahorraría tiempo, dinero y, lo más importante, salvaría vidas.  Más información en: dufour.aero

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