Energía limpia desde las alturas

El número de turbinas eólicas instaladas para producir energía sostenible sigue creciendo en todo el mundo. Pero ya existe otro método más moderno que aprovecha la energía del viento. Un equipo neerlandés está revolucionar todo un sector industrial.

A Johannes le encantan las cometas. Este apasionado del kitesurf también navega por los cielos en su trabajo y tiene grandes planes: como cofundador y CEO de la startup Kitepower, quiere poner patas arriba el sector de la energía eólica utilizando cometas para producir energía eléctrica.

El principio parece sencillo: el sistema para producir energía consta de un generador situado en el suelo que está conectado directamente con un cabrestante de cable. La cometa tira del cable hacia arriba y dibuja en el aire una figura en forma de ocho, una y otra vez, generando una enorme fuerza de tracción. Esto continúa hasta una altura de 500 metros. A continuación, el cable se retrae, lo que consume una energía mínima, y el proceso se repite de nuevo.

Colaboración con la Universidad Técnica de Delft

La idea no es nueva. La Universidad Técnica de Delft (TU Delft) en Países Bajos creó un equipo para investigar la energía de las cometas en el año 2004. El concepto continuó desarrollándose durante varios años y el equipo creció. Sin embargo, la startup Kitepower no vio la luz hasta 2016. La empresa sigue teniendo estrecho lazos con la TU Delft. Además del equipo principal formado por diez personas, siempre hay varios estudiantes trabajando en el proyecto. «Esto nos ayuda abordar los problemas con mente abierta y nos proporciona siempre nuevos puntos de vista», comenta Johannes Peschel.

Más energía verde

La amplia experiencia que respalda el proyecto Kitepower ayudó a la empresa a avanzar mucho en muy poco tiempo. Este verano, el equipo comenzó a producir los primeros prototipos y a probarlos de forma exhaustiva. La primera versión comercial está programada para finales de 2018. Se trata de una alternativa muy atractiva para reemplazar los generadores diésel e incluso las turbinas de viento. El nuevo sistema, que incluye un generador de 100 kW, es móvil y requiere para su fabricación menos material que las turbinas eólicas. Además, el sistema Kitepower puede usar vientos de forma flexible hasta una altitud de 500 metros. Según los desarrolladores, este sistema duplica la eficiencia de las tecnologías existentes.

Johannes Peschel quiere utilizar su producto para contribuir a crear un mundo mejor: «Por fin, la población mundial se está ahora tomando en serio el cambio climático. Nuestra solución tiene el objetivo de generar más energía verde, reemplazando el carbón y los generadores diésel. Por ejemplo en islas, comunidades aisladas o campamentos militares».

Ambas partes se benefician la una de la otra. Kitepower está desarrollando su sistema en colaboración con varias empresas industriales, entre las cuales se encuentra maxon motor. La empresa colabora en el desarrollo y suministra la importante unidad de control para la cometa dirigida, demostrando una vez más sus habilidades como especialista de sistemas. La unidad, formada por 1000 piezas únicas, exige la interacción perfecta entre el motor, el reductor y la electrónica. Según Dominik Frey, director responsable del proyecto en la planta de maxon en Sexau (Alemania), la integración de los diferentes sensores, transmisores, receptores y baterías fue todo un reto. Además, el reductor se ve sometido a fuerzas radiales extremas. Para ello se reforzaron los rodamientos de los motores. Los productos utilizados incluyen el nuevo EC-i 52 sin escobillas en combinación con el reductor planetario GP 42 UP y un encoder. Este motor se utiliza frecuentemente en la robótica debido a su par elevado y su diseño compacto.

Johannes Peschel, CEO de Kitepower, comenta: «Estamos muy satisfechos con el trabajo de maxon, que ha cumplido todas nuestras expectativas». También se muestra optimista respecto al futuro de la colaboración. «maxon, como empresa global, y Kitepower, como una dinámica startup, pueden beneficiarse mucho la una de la otra».