maxon Story
Ayuda voluntaria
Es importante que haya personas dispuestas a ayudar a los demás en una emergencia, pero la tecnología punta también puede jugar un papel vital. El éxito de las operaciones de rescate también depende de la buena colaboración entre los humanos y las máquinas. Acompañamos al equipo de rescate alpino de Suiza de la estación de Engelberg en una búsqueda de personas desaparecidas.
Los cascos, los mosquetones, las linternas frontales y las cuerdas de escalada, cuidadosamente enrolladas, están almacenados en estanterías de madera. Las radios bidireccionales están conectadas a sus cargadores. En verano, los airbags para aludes se guardan plegados en una esquina de los casi 40 metros cuadrados de la sala de equipamiento del equipo de rescate alpino de Suiza (ARS). Sin embargo, una vez hace acto de presencia la primera nieve, las sondas, palas, banderines y mantas vuelven a ponerse en servicio. Aquí, en el sótano del centro municipal, la sección de Engelberg del Club alpino suizo almacena su equipamiento. Dino Ineichen sostiene en su mano la herramienta más importante de todas: su smartphone. Este emite un agudo pitido. Ineichen, de 27 años, mira la aplicación de control de misiones de rescate alpino y reacciona inmediatamente a la alarma. Confirma la operación y asume la función de jefe de equipo. Puede ver inmediatamente a los miembros del equipo de apoyo que están disponibles, que ya han sido informados automáticamente. Ineichen sabe rápidamente quién llegará pronto para la operación. «Antes se necesitaban incontables llamadas de teléfono, pero ahora todo ocurre con gran rapidez y perfecta organización», dice. La aplicación proporciona a cada uno de ellos la información que necesita acerca de la operación inminente: 27 años, mujer, pelo castaño, ropa negra. Ha desaparecido una mujer. La última actualización de su estado de WhatsApp tuvo lugar en el restaurante de montaña Alpenrösli. ¿Es este un caso rutinario? «La rutina no existe. Siempre hay un factor de incertidumbre», comenta Ineichen mientras pone en marcha la operación coordinada de alta tecnología.
Estamos con el equipo de rescate de montaña en Engelberg, Suiza. La sala de equipamiento empieza a llenarse de personas. Diez mujeres y hombres se agolpan frente a un gran mapa topográfico. La sección de Engelberg cubre un área de gran tamaño. Ineichen utiliza un rotulador rojo para marcar el área principal de búsqueda. El conocimiento local y la experiencia son importantes a la hora de decidir una estrategia. Rápidamente queda claro que se necesita la ayuda de perros de búsqueda y el apoyo aéreo de un dron. Los dos especialistas caninos Michael Stutz y René Geisser dividen el área a la izquierda y derecha de la ruta de senderismo hacia el valle. Rolf Gisler se prepara para el despegue del dron. Además de su pasión por la naturaleza y las montañas, les une su actitud frente al trabajo voluntario. «Nos gusta ayudar a la gente. Incluso aunque no todas las operaciones tengan éxito», comenta Ineichen, y todos los demás asienten. «Siempre me preguntaba quién rescataba a las personas que sufrían un accidente en las montañas con mal tiempo», recuerda Thomas Hurschler. Este carpintero profesional ha participado como ayudante voluntario durante los últimos 13 años. El equipo de rescate de Engelberg en acción. Aquí pueden verse las imágenes del dron: https://hvr.ch/reportage.html
El apasionado de los drones
La operación se está desarrollando según el plan. Rolf Gisler conduce por la Wasserfallstrasse hacia Niedersurenen en su monovolumen. Se dirige al punto más alto, aparca su vehículo y saca una pantalla plana y varios maletines. Cada movimiento ha sido cuidadosamente orquestado. El experto a cargo de los drones del equipo de rescate alpino de Suiza tiene su propia empresa de servicios multimedia. Se describe a sí mismo como un apasionado de la tecnología y los drones. Echando un vistazo a su maletín confirmamos esta descripción. Dentro de él hay tres drones de la serie DJI Enterprise. Se trata de equipos profesionales de diferentes generaciones, cada uno de ellos con un peso de cerca de un kilogramo y adaptables a todos los requisitos. Tiene una cámara 4K con un zoom de 30 aumentos, además de diferentes aperturas y filtros para incrementar el contraste en función de la luminosidad. También tiene una batería recargable con calefacción integrada, lo que resulta importante para su uso a bajas temperaturas, y una cámara termográfica que es útil para rescatar a cervatos. En el 2022, los drones ayudaron a salvar a más de 3000 cervatos de una muerte accidental por desbrozadoras de gran potencia. «Yo decido lo que necesito para la operación», dice Gisler. Hoy no necesita el crash dummy para el contacto con paredes rocosas en gargantas estrechas o en árboles, ni tampoco necesita accesorios para luces, altavoces o luces intermitentes.
Entre tanto, Hans von Rotz se une al equipo. Este voluntario de 61 años es el jefe de la sección de Engelberg desde el 2010, siguiendo los pasos de su padre. Ayudar a otras personas es algo que lleva en el ADN. Dirige un equipo de 37 mujeres y hombres, a los que se convoca entre 10 y 20 veces al año. Cerca de dos tercios de todas las llamadas de emergencia están relacionadas con personas desaparecidas. En la mayoría de los casos, cada segundo cuenta. «Utilizamos principalmente ayuda técnica, desde helicópteros hasta localizadores de teléfonos móviles, drones o detectores de víctimas de aludes», dice von Rotz y añade: «Nuestros ojos y oídos siguen siendo imprescindibles». El aumento del número de operaciones en los últimos años es debido fundamentalmente a los cambios en los hábitos recreativos desde el inicio de la pandemia de COVID-19. Cada vez más personas se sienten atraídas por las montañas. Sin embargo, muchas de ellas no tienen la forma física, el equipamiento ni la experiencia que se requieren en la montaña para realizar las rutas seleccionadas. No es casualidad que, con 1071 salidas, el equipo de rescate alpino haya superado la marca de mil operaciones por primera vez el año pasado. «La gente ve un vídeo de YouTube y se tira de cabeza al paraíso del freeride en el monte Titlis», explica Rotz, «pero no estamos aquí para juzgar, sino para rescatar».
El jefe del rescate mira por encima de Gisler. Antes de hacer despegar el dron, se para a pensar. «Consulto varios mapas en la tablet para ver con qué debo tener cuidado, dónde hay cables tensados y en qué zonas no está permitido volar», dice. Dino Ineichen informa por radio: «Los perros están en camino». Gisler pulsa el botón para hablar y da luz verde: «Yo también estoy listo». Coloca el dron sobre una caja y pone en marcha las hélices con el control remoto que cuelga de su cuello. En segundos, la aeronave se eleva emitiendo un zumbido. Gisler sigue las imágenes en la pantalla grande con mucha concentración. Con él se encuentra Marco Sicher, de la unidad de negocio del sector aeroespacial de maxon. Su trabajo consiste en supervisar los proyectos junto con los clientes y está fascinado por esta experiencia en la práctica. «Esta oportunidad de comprobar de cerca una aplicación en la vida real muestra el potencial aún sin aprovechar que ofrece el uso comercial de drones», dice Sicher. De repente, Ineichen anuncia por la radio: «¡La hemos encontrado! Han sido los perros». Gisler pilota el dron en la dirección de la garganta del Aa y desciende ligeramente mientras se dirige a este río de montaña.Y lo consigue. «Vale, yo también la veo», dice Gisler, señalando al monitor y enfocando la cámara en el lugar debajo de la roca. «Está haciendo señas con los brazos. Parece que está bien. Pero da la impresión de que se ha lesionado una pierna». Los perros fueron más rápidos, pero, mientras se comen un trozo de cervelat (la salchicha nacional de Suiza) como recompensa, el trabajo de Gisler con el dron continua. Gracias a la asistencia visual desde el aire puede ofrecer al equipo de rescate sugerencias importantes para el inminente rescate con cabestrante desde una profundidad de unos 100 metros, y también identificar los obstáculos y las zonas problemáticas. «Veo cosas que nadie puede ver ahora mismo», dice.
El uso de tecnología es crucial
Los humanos y las máquinas se complementan mutuamente a la perfección. La digitalización está progresando a una velocidad vertiginosa. En las operaciones de rescate se han hecho indispensables los robots autónomos para situaciones particularmente peligrosas, así como también los sensores, los satélites, los sistemas móviles de comunicación y la conexión digital en red. «La calidad y la precisión marcan la diferencia», dice Marco Sicher. «Cuanto antes nos sentemos con los clientes potenciales durante el desarrollo, mayor será la experiencia que podamos poner sobre la mesa. Cada vez es más importante que, en un sistema tan complejo, los componentes puedan comunicarse entre sí y proporcionar feedback al operador».
«¿Qué ocurre si llueve?», pregunta Sicher. «Tuvimos una situación en la que entró agua en el sistema electrónico. El dron se estrelló contra el suelo como una piedra caída del cielo. Necesitamos un dron con diseño especial para su uso con lluvia», explica Gisler. Sicher asiente con la cabeza. Dada su labor en maxon, entiende la importancia de realizar pruebas exhaustivas de la estanqueidad al agua, la entrada de partículas sólidas y otras influencias ambientales para garantizar la seguridad. El rendimiento de la batería también puede salvar vidas en una emergencia. El dron de Gisler puede permanecer en el aire durante media hora. Un tiempo más largo sería aún mejor. Un menor peso también.
Mientras tanto, el equipo de rescate está listo para el paso final. El cabestrante se prepara para la operación de rescate con un seguro anclaje de tres puntos en la roca. Peter Zumbühl se pone la mochila de primeros auxilios. El ventilador, el oxígeno, el desfibrilador y otros elementos necesarios para la asistencia médica de emergencia pesan 15 kilos. Zumbühl y Adi Bauer descienden en rápel unos 100 metros con la camilla de rescate. En el lugar del accidente, Zumbühl entablilla la pierna derecha de la mujer lesionada antes de colocarla con cuidado en la camilla y asegurarla con las correas. Con la ayuda del esfuerzo manual con el polipasto, el rescate se completa con éxito en poco menos de 30 minutos. Podemos ver fácilmente que un motor eléctrico potente y ligero habría servido de gran ayuda para accionar el cabestrante. «Hoy te has tomado tu tiempo», bromea Daniela Abächerli. Entonces se levanta y choca los cinco a sus rescatadores. Todos ríen. En realidad, el rescate de hoy ha sido un simulacro. Abächerli ha disfrutado representado el papel de mujer desaparecida. Ahora puede irse a casa. Como también puede hacerlo el equipo de rescate, al menos hasta la próxima alerta en el smartphone del control de misiones de rescate alpino.
Preguntas y respuestas
¡Preparados, listos, buscad!
Uno de los trabajadores más importantes del rescate en montaña es el peludo de cuatro patas. A pesar de todo el sofisticado apoyo técnico disponible para la búsqueda y la localización de personas desaparecidas, casi ninguna operación tiene lugar sin un guía canino. Michael Stutz ha trabajado durante muchos años con el equipo de la estación de rescate SAC Engelberg como especialista en perros. Junto a él, por supuesto, está su labrador de cinco años, Fox.
Michael, ¿en qué momento te das cuenta de si un perro es adecuado para este tipo de trabajo?
Los labradores son muy cariñosos. Les encanta la gente. Se manifiesta durante los primeros seis meses de adiestramiento, cuando puedes ver si el perro está interesado en el trabajo y si disfruta con él.
¿Cómo busca exactamente un perro a una persona?
A diferencia de los perros policía, nuestros perros de búsqueda no necesitan un rastro. Fox únicamente necesita el olor humano (partículas de la piel) de la persona desaparecida. Por eso, puede buscar en un área grande en poco tiempo.
¿Cómo indica Fox que ha encontrado a alguien?
Fox lleva un pequeño pedazo de cuerda en el collar, que se conoce como bringsel. En cuanto digo la palabra «¡Busca!», sale disparado, a veces hasta distancias de 500 metros. Cuando regresa con el bringsel en la boca, sé que ha encontrado algo. Entonces me guía hasta el lugar. En invierno no lo necesitamos si se ha producido un alud, ya que entonces se pone a escarbar en la nieve.
Bienvenidos a Drone Valley
Suiza es uno de los principales enclaves del mundo para el desarrollo de tecnologías clave y aplicaciones comerciales para drones. La Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL) y Zúrich (ETH Zúrich) y la Universidad de Zúrich se encuentran entre las mejores universidades de tecnología del mundo y son líderes en robótica aérea y sistemas no tripulados. Esto ha propiciado que estas dos universidades hayan recibido el apodo de «Drone Valley». En los últimos años se han establecido aquí más de 80 startups, que han creado más de 2500 puestos de trabajo.
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