maxon Story
Una fuerte impresión
Los durómetros se utilizan para comprobar si los materiales presentan las características deseadas. Hoy en día, esto se realiza mediante un proceso en red completamente automatizado.
La dureza de un material puede aportar información sobre otras propiedades. La historia del uso de la medición de la dureza para identificar, analizar o mejorar los materiales comenzó hace más de cien años. El principio sigue siendo el mismo, al menos en lo que respecta a los metales. Un diamante o cualquier otro objeto de ensayo es presionado contra el material que se desea medir aplicando una cantidad de fuerza definida. La medición de la profundidad de penetración o el tamaño de la impresión permite sacar conclusiones sobre la dureza, de las cuales se derivan otros datos valiosos del material.
Debido a que el control de calidad desempeña un papel cada vez más importante en la industria, los ensayos de dureza son en la actualidad un paso estándar de muchos laboratorios, instalaciones de producción y estaciones de entrada y salida de productos. Las máquinas utilizadas para esta tarea deben ser inteligentes, precisas y rápidas. En la era de la Industria 4.0, también son fundamentales la capacidad de trabajar en red y el archivo de datos digitales de forma segura.
La empresa austriaca Qness ha hecho frente a estos desafíos. Desde el año 2010, Qness diseña y fabrica durómetros para una amplia variedad de aplicaciones en las industrias automovilística y aeroespacial, la tecnología médica y la investigación. En palabras de Robert Höll, director general y técnico, esta joven empresa con 40 empleados ha «tocado una fibra sensible» con sus productos.
La última generación de microdispositivos de medición de la empresa se utiliza principalmente en laboratorios y puede realizar ensayos de dureza de forma automática. Cuentan con un software de manejo basado en PC y un cambiador de herramientas automático, y permiten su uso con los métodos de ensayo habituales (Vickers, Knoop y Brinell). «También somos los primeros del sector industrial en integrar representaciones en 3D en la interfaz de usuario e importar datos en 3D al software», comenta Robert Höll. Gracias a esto se alcanza un nivel muy alto de usabilidad.
Los dispositivos son capaces de llevar a cabo serie larga de ensayos automáticamente. Las secuencias de ensayo pueden guardarse en forma de programas y reutilizarse como plantillas. Los resultados de medición se evalúan para generar y documentar estadísticas y curvas de dureza. Los resultados se pueden archivar en formato digital y se encuentran disponibles en cualquier momento y lugar. Este es un factor clave en la era digital del trabajo en red.
Sin embargo, todo esto solo tiene sentido si las mediciones son precisas. Lograr la máxima precisión es, por tanto, otro objetivo importante de Qness. «Nuestra precisión es ahora muy superior a la requerida por el estándar», afirma Robert Höll. Para alcanzar esta meta, la empresa utiliza únicamente productos de alta calidad, como los motores DC de maxon. En cada dispositivo se utilizan hasta seis motores para el posicionamiento de piezas y para los revólveres de herramientas, así como para los sistemas de cambio de herramientas.
Qness confió en maxon desde el principio. La empresa aprecia de forma especial el configurador online, que permite a los clientes crear sistemas motores específicos. Los requisitos están claros: larga vida útil, nivel de ruido mínimo y tiempos de espera breves. «Los motores tienen que ser muy precisos. Después de todo, deben mover el portaobjetos con una precisión de micrómetros. No podemos permitirnos concesiones».
El siguiente paso para Qness es seguir aumentando sus ventas a nivel internacional y continuar trabajando en nuevas innovaciones en el campo de los dispositivos de análisis. Robert Höll comenta: «Como desarrollador, no hay nada más emocionante que diseñar el concepto de una máquina, poner en marcha el primer prototipo y comprobar si se cumplen las expectativas».